jueves, 20 de octubre de 2011

EL ÁRBOL DE LA VIDA


Desde el albor de los tiempos, la especie humana ha estado obsesionada con la inmortalidad, la posibilidad de engañar a la muerte, invertir la naturaleza de todo ser vivo y perdurar, de alguna u otra forma, para siempre, ya sea física o espiritualmente. Hasta hace muy poco se servía únicamente de las religiones o algun otro tipo de chamanísmo para aplacar su miedo a la muerte, pero ahora la vida eterna parece cada vez más a nuestro alcance.

La idea de la inmortalidad física no es descabellada; tenemos pruebas, textos históricos en los que podemos observar que hace no tanto(apenas unos siglos o milenios) la raza humana raras veces sobrepasaba los 50 años. Sin embargo, hoy en día eso es solo algo mas de la mitad de nuestra esperanza de vida. Esto se ha logrado gracias a que nuestra calidad de vida en general y la medicína han mejorado muchísimo en muy poco tiempo. Asi pues, ¿Por qué deberíamos ser escepticos respecto a que en un futuro pudiésemos alcanzar, si no la vida eterna, algo muy parecido?

De hecho, muchos científicos como Ray Kurzwil están convencidos de que esto será posible en unos 20 años. Este grupo de personas que se toman la inmortalidad como algo serio y alcanzable que se denominan a sí mismos “inmortalistas”, afirman que dentro de unas dos décadas la nanotecnología habrá avanzado tanto como para que podamos sustituir nuestros órganos defectuosos por otros sintéticos, nuestra sangre por nanobots que harán su trabajo infinitamente mejor etc. Sostienen que a pesar de que pueda sonar disparatado para muchos, ya hay páncreas artificiales e implantes neurales, y que la biomecánica no nos queda tan lejos y puede que al igual que el “Turritopsis nutricula”, el único ser vivo literalmente inmortal, seremos capaces de revertir el proceso de degradación celular.

Estoy de acuerdo en que la evolución natural del hombre es descubrir nuevas formas de alargar la vida, ya que el miedo y la aprensión que la muerte nos provoca nos obliga a ellos, e incluso estoy de acuerdo en que la vida es demasiado corta para las maravillas que este mundo puede ofrecernos. Sin embargo, la inmortalidad literal, la incapacidad de morir que muchos buscan me parece una abominación de la naturaleza. Tal y como Hamlet dijo: Todo lo que nace debe morir pasando por la naturaleza hacia la eternidad.

3 comentarios:

  1. Un comentario muy bien elaborado. Se ve que te interesa el tema aunque no estés a favor de la inmortalidad.

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  2. Parece que me interesa porque escribir sobre un tema sin informarse antes, aún teniendo alguna noción sobre el, es un delito; no puede importarme menos.

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  3. Good job, Unai!

    Ya que has utilizado una cita para acabar tu comentario, te propongo dos citas sobre la inmortalidad, citas contrapuestas pero que no dejan de tener su puntito de razón:

    “We all die. The goal isn't to live forever, the goal is to create something that will.”
    Chuck Palhaniuk

    “I don't want to achieve immortality through my work. I want to achieve it through not dying.”
    Woody Allen

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