jueves, 24 de noviembre de 2011

Letter of complaint


Krutzeta Street 22
Gorliz, Biscay
6th November 2011


Town Planning Department
Town Hall
Gorliz, Biscay



Dear Sir or Madam,  
I am writing to complain about the proposal to build a golf course in Fanos. I realise that it will attract a lot of tourists, but it will also destroy a really beautiful natural reserve.

I find it unacceptable that so many trees will be cut down to make a flat surface, because that would destroy the ecosystem of the area. Apart from that, a lot of water would be wasted to irrigate the fields.

To make matters worse, a lot of people will lose the land they have there, and a lot of them live off it. Consequently, this proposal would affect the inhabitants of our town instead of improving their quality of life.

I would appreciate it if you rejected this project. I would recommend you to use the money to create jobs, because nowadays we are not in a good economical situation.

I look forward to your reply.
Yours sincerely,
Iñigo Zarandona

jueves, 17 de noviembre de 2011

LOS OJOS QUE TODO LO VEN

Nos vigilan. Cada paso que damos es registrado por millones de cámaras, ojos o sensores de cualquier tipo que están repartidos por todo el mundo. Si se quiere se puede saber dónde estamos y lo que hacemos en cada momento. Somos privados de nuestra intimidad, a veces incluso en nuestra propia casa. Y lo peor de todo, es que no sabemos quiénes son los que están al otro lado de estos aparatos.

En cuanto entramos en la mayoría de establecimientos, ya sean pequeños o grandes, oficiales o no, encontramos un cartel en la puerta que nos avisa de que en él hay cámaras. En ése mismo instante sentimos que no podemos robar nada, que tenemos que tener cuidado con lo que tocamos para no hacer ningún movimiento sospechoso, incluso que no podemos hurgarnos en la nariz porque todo lo que hagamos estará siendo visto por alguien en algún rincón del edificio, o puede que en una centralita.

Nos sentimos acorralados, privados de nuestra tan duramente conseguida libertad. Pero en seguida pensamos que así estamos más seguros, porque si alguien entra a robar o a atracar el lugar en el que nos encontramos, la policía llegará rápidamente para arreglar las cosas. Y si no lo pensamos por nosotros mismos, para eso están los carteles que hay repartidos por todo el local, que nos dicen que las cámaras son solamente para nuestra seguridad. Y nos lo creemos. Y ya nos sentimos mejor, menos atrapados. Porque eso es lo que la vigilancia nos ofrece; fingida seguridad a cambio de disponer de nuestra privacidad.


Pero toda esta protección no es mas que la forma utilizada para que no nos sintamos observados. Por eso tenemos que proteger nuestros derechos de libertad e intimidad ante esta invasión de ojos que todo lo ven. Porque como muy claramente expresó Benjamin Franklin: “Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad”. Porque de este modo están ayudando a la promoción y aceptación de rutinas humillantes y desagradables con las que tenemos que convivir sin podernos quejar lo más mínimo.



¿Velan por nuestra seguridad?

TODO POR NUESTRA SEGURIDAD


Hoy en día las cámaras de seguridad y los controles rutinarios de vigilancia están totalmente integrados en nuestras vidas. Desde que salimos de casa hasta que llegamos al instituto o al trabajo, somos grabados por una media docena de cámaras que están colocadas en edificios públicos y mobiliario urbano como semáforos, señales de tráfico… Además de esto, también están los controles que tenemos que pasar en lugares como los aeropuertos y es este exceso de vigilancia el que hace que mucha gente se pregunte si de verdad velan por nuestra seguridad o nos privan de intimidad.

En primer lugar hay que decir, que toda la vigilancia a la que somos sometidos tiene un porqué y ese es el de velar por la seguridad de todos nosotros. Para ello son necesarias las cámaras y otros sistemas de control ya que gracias a ellos, la policía puede identificar por ejemplo, a conductores que ponen en peligro nuestra seguridad en la carretera.

En segundo lugar gracias a los sistemas de vigilancia que hay en nuestros pueblos, muchos culpables de delitos como robos a joyerías o ha comercios pueden ser identificados y más tarde juzgados. Sin ellos o sin testigos, esto no sería posible y como todos ya sabemos, alrededor de todo el mundo miles de asaltantes y asesinos han recibido su merecido gracias a simples cámaras que grabaron lo ocurrido. Cámaras que no molestan a nadie y que no tienen la culpa, si se puede decir de esa manera, de que hoy en día nuestra intimidad se vea reducida ya que en caso de no haber cometido un delito, nuestras imágenes no son vistas por más de un vigilante que hace su trabajo.

Por ello todos debemos entender que más que perjudicarnos, estos procedimientos nos ayudan y que su uso es necesario para que todos podamos vivir seguros.